María Rodríguez y MR Psicomed: el viaje personal que dio lugar a una clínica referente

Hay historias que nacen en momentos de calma, y otras, como la de María Rodríguez, que empiezan cuando la vida te obliga a frenar. Tras años trabajando por cuenta ajena, un problema personal la obligó a parar y mirar hacia dentro. Y ahí, en esa pausa inesperada, encontró el momento para darle una oportunidad a lo que siempre había querido: la psicología.

No era su primera opción académica, pero sí su pasión más auténtica. A los 39 años, decidió empezar de cero. No por impulso, sino por convicción. Fue la decisión que le cambió la vida.

Los primeros pasos: de consulta independiente a un centro multidisciplinar

Aunque empezó trabajando de forma independiente, colaboraba con otros compañeros de la isla, además de ser parte de diferentes instituciones de la profesión.

Pero lo que empezó como una aventura individual dio lugar en 2017 a MR Psicomed, una continuación del proyecto personal de María que llegó a la cima en 2022 con un cambio de local que marcaría un antes y un después. Con una sede mucho más amplia, era el momento de ampliar el equipo y los servicios prestados a sus pacientes, y actualmente cuenta con 7 psicólogos, además de un neurocirujano, cirujano general, psiquiatra y neuróloga, abarcando áreas como psicología clínica, educativa, deportiva, forense y neuropsicología.

También reciben a estudiantes que realizan las prácticas profesionales con ellos; y cuentan con un aula en donde el propio equipo imparte cursos formativos.

Un crecimiento orgánico, meditado y lleno de propósito. “Entre todos abarcamos mucho”, explica María, y ahí está precisamente la fuerza del centro.

Un cambio diseñado para el bienestar de sus pacientes

Cuando le preguntamos a María por su momento más feliz durante su trayectoria profesional, no se lo piensa. El momento en el que abrieron la nueva clínica, tras todo el trastorno de las obras y la mudanza. Ese momento en el que entraron los primeros pacientes y le dijeron “qué paz se respira aquí”.

Oír eso de sus pacientes fue un gran momento, porque significaba que habían logrado el objetivo: “un espacio que les diera paz y tranquilidad.” “Llegar a una consulta por primera vez supone sentarte a hablar con una persona que no conoces de nada y abrirte en canal. Por eso, si se lo ponemos fácil desde que hablamos con ellos por teléfono y lo terminamos con una sala de espera y unas consultas que les transmitan paz, es mucho más fácil”, comentaba María.

Liderar con calma y aprender a poner límites

Echando la vista atrás, María recuerda con nostalgia: “No me olvidaré nunca, porque además me tocó una paciente con unas condiciones de salud bastante precarias que fue un gran reto”. En ese momento agradeció haber llegado a la profesión, aunque más tarde de lo habitual, pero con una mentalidad más adulta que le dio la capacidad de aprender a diferenciar y abordar el caso con mayor madurez.

A día de hoy, lidera un equipo del que se siente profundamente orgullosa: “Tenemos un equipo maravilloso que funciona estupendamente y al que estoy encantada de liderar”.

No cambiaría ninguna de sus decisiones pasadas: cada una le enseñó algo y la llevó a este momento en el que siente que todo está “en orden”.

Pero hay un detalle personal que la define y que no aparece en ninguna red social: su mesa es la más grande de la consulta. No por jerarquía, sino como recordatorio visual de la importancia de mantener la distancia terapéutica. Cuenta como anécdota que uno de sus profesores de la Universidad, y después compañero, siempre le decía: “Cuidado con la indefensión. Recuerda que eres María Rodríguez, no María Bendita. No vas a poder ayudar a todo el mundo.”

Esa frase ha guiado su forma de ejercer: con límites sanos, sin perder la humanidad.

Archivex como aliado: orden, seguridad y tiempo

Al comenzar sola, María necesitaba una herramienta con la que poder hacer todas las gestiones por su propia cuenta y, gracias a un compañero del colegio de psicólogos, llegó a Archivex y, desde entonces, “todo encajó”.

Ahora, con un centro más grande y con varios profesionales utilizando el software, destaca la facilidad a la hora de realizar todo el tema contable: “La facturación va ligerísima. El poder tener todos los servicios que realizamos vinculados con los profesionales y que salgan las facturas correspondientes con cada uno de ellos es algo que nos facilita mucho la gestión, tanto a nosotros como a la compañera de recepción”.

¿Volver atrás? Rotundamente no

Si hoy tuviera que gestionar sin Archivex, confiesa que sería una fuente importante de estrés: “No podría funcionar el centro sin el software”.

Sentirse al día, tener todo controlado y disponer de una herramienta que “nos resuelve las especificidades que tiene la psicología. Siempre hemos tenido muy buena respuesta si hemos pedido ayuda”, le aporta tranquilidad y seguridad en el día a día.

Ilusión, cuidado y nuevas áreas como proyectos de futuro

María tiene claro cuál es su meta: seguir cuidando al equipo, crecer y valorar la posibilidad de incorporar nuevas especialidades, tales como fisioterapia, puesto que prestaría un servicio adicional al paciente.

Pero sobre todo quiere mantener algo que hoy tiene muy presente: la ilusión. La suya, y la del equipo, para seguir cada día haciendo el trabajo de la forma más sana posible.